Abrir un centro comercial a la naturaleza viva y salvaje

En este mes de septiembre que se acaba, y para inaugurar el curso 2024/2025, hemos vivido una experiencia nueva en Aver Aves. La exposición BIOMadrid, cuyo objetivo fue dar a conocer desde un centro comercial la importancia de la renaturalización del río Manzanares para la ciudad de Madrid y sus habitantes –de dos piernas, de dos o más patas, de pluma, hojas, frutos, antenas, escamas…–, ha contado con nuestra experiencia en safaris urbanos, guías y cuentacuentos para dotarla de contenido. Hemos puesto un granito de arena para que las personas que visitan Plaza Río 2 se fijen y cuiden más su entorno, Madrid Río incluido. Todo como paso previo a las primeras rutas con coles y adultos que tienen lugar en hasta trece zonas verdes diferentes, Madrid Río incluido.

Un martín pescador en un centro comercial puede hacer mucho por la conservación de la biodiversidad

Desde que Madrid Río incorporó en 2016 como uno de sus activos principales la renaturalización del Manzanares se ha convertido en una de las zonas verdes más demandada por quienes se acercan a Aver Aves a pedirnos todo tipo de actividades en torno a las aves urbanas. ¡Qué gran idea!, levantar las compuertas de las nueve presas y dejar que fluya el río libre y renazca y crezca la vida, sean sauces, álamos y eneas o garzas, barbos y libélulas.

Que se conozca y valore más esta actuación de recuperación de la biodiversidad urbana y que la sintamos como parte nuestra, incluso con el efecto saludable que supone, fue el objetivo principal de BIOMadrid, una exposición acompañada de variadas actividades instalada en el centro comercial Plaza Rio 2, que se levanta justo a las orillas del río Manzanares. Realmente, el centro se asoma casi cual balcón desde el que se contemplan los mejores efectos de la renaturalización impulsada por Ecologistas en Acción.

A finales de julio recibimos una llamada de los responsables de BIOMadrid para consultarnos si queríamos participar dotando de contenidos extras la exposición. Por supuesto nuestra respuesta fue afirmativa porque no nos cansamos de poner en valor una biodiversidad urbana –la de Madrid Río incluida– que la necesitamos fuerte, sana y consolidada. ¿Y por qué no hacerlo desde un centro comercial, para enseñar a “consumir” también naturaleza, empezando por la que hay justo al lado donde compran y se divierten mucha personas?

Cuentacuentos de "La cigüeña que no quería volar". Uno de los contenidos que ofrecimos en BIOMadrid

Durante once días, del 12 al 22 de septiembre, hemos demostrado que un centro comercial también puede y debe irradiar conocimiento y respeto por la naturaleza. Lo hemos hecho junto al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN/CSIC) y la Fundación Conama a través de la propia exposición y de talleres, juegos, cuentacuentos y, claro, no podían faltar: safaris urbanos para comprobar in situ la vitalidad que muestra el cauce del Manzanares desde que se renaturalizó.

Dentro y fuera de Plaza Río 2 había barbos, martines pescadores, garzas reales, gaviotas sombrías, imponentes álamos blancos, cimbreantes carrizos… De cartón o de carne, hueso y hoja, toda esta biodiversidad sirvió para expandir el mensaje de la conservación de la biodiversidad. Incluso se sumó a la fiesta una pareja del animal más veloz del mundo. Muchas personas, peques incluidas, lo tenían claro: de todo lo que compraron o disfrutaron en su paso por el centro comercial –ropa, juguete, libro, helado, bolso o móvil–, llevarse la imagen de la pareja de halcón peregrino fue lo mejor, y encima gratis.

Los safaris urbanos que organizamos en BIOMadrid tuvieron un premio especial: ver al animal más veloz del mundo

El encuentro sirvió también para intercambiar impresiones con los responsables de Plaza Río 2 para mejorar los sistemas anti-choque de aves contra la enorme superficie acristalada de su fachada. Aunque tienen pegatinas disuasorias con forma de aves rapaces, convinimos en que el sistema es mejorable, y en ello van a trabajar.

Volveremos a Madrid Río en breve con otra ruta porque, como les ocurrirá seguro a quienes participaron en los safaris urbanos de BIOMadrid con Aver Aves, la llamada del Manzanares y de su biodiversidad crea adicción y se acaba volviendo una y otra vez. Es lo que nos piden muchos centros escolares, familias y grupos de personas adultas, y es lo que haremos en otra de nuestras rutas de inicio del curso, combinándola con otro gran parque madrileño, la Casa de Campo, una de las zonas verdes beneficiadas por la renaturalización del Manzanares, al servir de expansión para los animales que tienen al río como un corredor verde de referencia.

Gracias a la renaturalización del río Manzanares en su tramo más urbano miramos más al río. Y lo cuidamos más

Pero hay más, ya que, solo durante el mes de octubre, nuestras aulas en los parques, HistoriAves y actividades con familias pasarán por los parques Juan Pablo II, Lineal del Manzanares, Emir Mohamed I y Campo del Moro y jardines de Larra, Cuesta de la Vega y Plaza de Oriente de la ciudad de Madrid; y los parques del Cerro de Coslada; Rosa Chacel de Getafe y Bolitas del Airón de Valdemoro. Sin olvidar que, además de en Madrid Río, en septiembre tuvimos también una ruta por los parques Eugenia de Montijo y Las Cruces, entre los distritos madrileños de Carabanchel y Latina, y otra por el arroyo Paeque, entre Alalpardo y Valdeolmos.

Aquí seguimos, un curso más, y ya van trece, compartiendo experiencias de saludable biodiversidad gracias a nuestras amigas las aves entre las zonas verdes que tenemos más cerca, aquellas que, como Madrid Río y gracias a la renaturalización del Manzanares, suponen la avanzadilla de la necesaria convivencia pacífica con la naturaleza.

 

 

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