Primera visita a Torrejón de Ardoz y, como siempre, primera demostración de que reúne (como cualquier punto urbano de la Comunidad de Madrid) suficientes alicientes pajareros para encantar a sus escolares. Elegimos el “Camino del Río”, una vereda así identificada que, desde las mismas puertas de un cole, conduce hasta el río Henares. El cuaderno de campo no dejó de echar humo nada más comenzar a andar: cogujadas, pardillos, gorriones, cigüeñas, ratoneros, colirrojos, petirrojos…. Y no habíamos llegado al río.