Clases improvisadas de ornitología

Aparte de los recorridos con escolares y asociaciones de madres y padres de alumnos y alumnas, en Aver Aves hacemos otros de preparación de futuras rutas. En todos ellos, además de situaciones de lo más disparatadas al ir con prismáticos y telescopios en ristre por la ciudad (por ejemplo, que nos acusen de espías), surgen otras que nos colman de alegría: que la gente se pare y se interese por la actividad y por las aves que estamos reconociendo. El punto culminante lo tuvimos el pasado fin de semana con el espectacular paso de grullas que se pudo ver desde muchos puntos de la ciudad de Madrid, Gran Vía incluida.

Un bando de grullas sobrevuela la Casa de Campo de Madrid en plena migración

Situados en el cerro Garabitas de la Casa de Campo, al menos siete bandos de grullas surcaron el cielo en el intervalo de una hora en dirección norte, en plena migración. Cada bando lo componían entre cien y trescientos individuos. Algunos avanzaban rápido con la clásica formación en punta de lanza y otros se agrupaban de forma dispersa, ascendiendo en altura para buscar las corrientes térmicas que les permitieran impulsarse durante otros cuantos kilómetros. Varios ciclistas, parejas y familias con niños se pararon junto a nosotras para disfrutar, interesarse y preguntar por el fenómeno que acontecía sobre nuestras cabezas.

Parajes de la Casa de Campo que no parecen que estén insertos en la gran urbe madrileña

Estas actividades improvisadas de Aver Aves nos encantan, porque nada nos alegra más que compartir con personas anónimas nuestra afición por la observación y conservación de las aves. La gran mayoría se enteran por primera vez que las grullas pasan todos los años por los cielos de Madrid en migraciones de ida y vuelta entre el norte y el sur de Europa. Pero surgen otros comentarios: “¿Qué son esos patos tan blancos que hay en el lago (Casa de Campo)”. “Son gaviotas reidoras”. “¿Por qué hay tantos loros verdes por aquí?”. “Son cotorras argentinas y son invasoras, proceden de sueltas y escapes”. Ya al pie del Manzanares: “¿cómo ha dicho que se llama ese pájaro tan bonito amarillo?”. “Lavandera cascadeña”.

Ánades azulones y cormoranes grandes se solazan en el lago de la Casa de Campo

La gran mayoría de las personas no acaban llegando a puntos de observación que tenemos localizados en Aver Aves y que están dispuestos para los recorridos con grupos escolares o familiares. No llegan porque se salen del circuito rutinario que tienen establecido como paseo sabatino o dominical y no piensan que en ese recodo concreto del Manzanares se ven, a la vez, martín pescador, andarríos grande, gallineta común, garceta común, ánade azulón, cormorán grande, ruiseñor bastardo, mosquitero común y las propias lavandera blanca y gaviota reidora.

Puntos como este del río Manzanares albergan una gran diversidad de especies de aves

En la inmensidad de la Casa de Campo, el 99% de las personas también recorre el 25% clásico del parque, y se pierde encinares y pinares cerrados y márgenes de arroyos poco transitados donde surgen perdices rojas, busardos ratoneros, trepadores azules, garzas reales y más ruiseñores bastardos, gallinetas y garcetas. Y todo, en muchas ocasiones, a decenas o escasos centenares de metros de coles como San Buenaventura, Bolivia, Lourdes, María Cristina, Estados Unidos de América-Huarte de San Juan y Fernández Moratín e institutos como El Lago, Eijo Garay y Ortega y Gasset, entre otros. Mientras tanto, encantados de compartir observaciones, inquietudes y respuestas a preguntas con seguidores espontáneos de Aver Aves.

Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.

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