De safari por Madrid Río

“Safari: Excursión para ver o fotografiar animales salvajes, efectuada en África o en otros territorios”. Esta es la segunda acepción que el diccionario de la RAE admite para definir un safari. Sin pantallas (documentales) ni rejas (zoos), Madrid ofrece infinitas posibilidades de practicar safaris urbanos y observar animales en libertad. Ayer lo comprobaron alumnos y alumnas del IES San Isidro en una ruta con Aver Aves. Contemplaron a escasos metros las evoluciones de gaviotas y cormoranes, que hoy están en Madrid Río pero que en pocos días pueden estar a miles de kilómetros, en el norte de Europa. 

Los alumnos del IES San Isidro atienden a las explicaciones sobre aves oídas en Madrid Río.

Aver Aves volvió a demostrar que cualquier reducto verde de una ciudad como Madrid permite que los escolares se conviertan en exploradores y vean o detecten especies que hasta ahora les habían pasado desapercibidas, como al 95% de los viandantes. Al comienzo de la ruta se les explica que deben estar atentos durante el recorrido, que nada de eso de que “el profe” les avise y muestre cada especie que vuele o se pose, que ellos también participan de forma activa. Y así es: “Mire aquel pájaro en el suelo profe, es blanco y gris, ese no le habíamos visto todavía”. Era una lavandera blanca, el décimo primero de la lista en ese momento.

Algunos alumnos se «asoman» a los telescopios para ver las evoluciones de las cotorras en sus nidos.

Los alumnos y alumnas de primero de Secundaria del IES San Isidro entendieron a la perfección el sentido de la actividad. “Anda, y allí hay varios pájaros negros picoteando en el suelo junto a la paloma ‘tortosa’”. Eran estorninos negros junto a una paloma torcaz, que, a pesar de darle una vuelta graciosa al nombre, lo importante es que se habían quedado, minutos antes, con que el collarín blanco que adorna su cuello le diferencia de la paloma doméstica o bravía, más numerosa y habitual.

Casi todos los escolares habían pasado cientos de veces por el puente de Toledo, pero ninguno, apostado sobre él, y mirando a un lado y al otro del río, había visto decenas de cormoranes grandes posados y solazándose en lo alto del estadio Vicente Calderón, a gaviotas sombrías haciendo lo propio sobre farolas, a gaviotas cabecinegras y reidoras y parejas de ánades azulones nadando en el lecho del cauce y a gallinetas comunes solitarias buscando acomodo en las escaleras de acceso al río.

Gaviotas sombrías en una imagen de digiscoping (fotografía a través del telescopio) realizada por alumnos y alumnas del IES San Isidro.

La visita se saldó con 23 especies vistas y/u oídas. A las 21 anotadas en su compañía añadimos el carbonero garrapinos y el mosquitero común, que aparecieron durante la preparación y recogida del material óptico. De nuevo, dos menciones especiales, una para los chicos y chicas por su participación activa y la ausencia de comentarios tipo “¿cuándo acaba?, me aburro” y la presencia de “¡qué poco ha durado, qué corto se me ha hecho!”; y otra para los profes, Flora y Yago. Estos docentes vieron desde un principio la conveniencia de participar en esta clase-safari, apostaron por realizarla e incluso nos sorprendieron con sus aportaciones.

Aver Aves, y la ornitología en general, no dan juego solo para ahondar en asignaturas como Conocimiento del Medio, Ciencias Naturales o Biología, también para Lengua. A la par que les explicábamos la detección por el sentido del oído de especies como el petirrojo, el pito real, el verdecillo y el carbonero común, Flora nos comentó que esta experiencia dará para una clase en Lengua centrada en las onomatopeyas procedentes del mundo animal. Toma ya. Pero aquí no acaba la cosa, en Avesforum, un avezado “pajarero”, Andy Paterson, nos comentó que él tiene experiencia también en educación ambiental con menores de edad y que lo de las aves da incluso para aplicaciones en Matemáticas, en especial relacionadas con censos y recuento de ejemplares. ¿Es o no es maravilloso el mundo de las aves?

Foto final del grupo en Madrid Río: 28 escolares más los profes Yago y Flora.

Nada más, que fue una feliz y soleada mañana de San Valentín en compañía de los estudiantes y profes de primero del IES San Isidro y que animamos a otros coles e institutos a experimentar las mismas sensaciones de safari urbano que tuvimos con ellos. Ya sabes, más abajo tienes los datos de contacto. Hasta la próxima.

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