Hemos comenzado fuertes en Aver Aves el curso 2020/2021 en las rutas con escolares. Ha tardado, pero entre la triple G (grullas, gaviotas y garcillas) y clásicos como el colirrojo, la lavandera y el verdecillo, los alumnos y alumnas del IES Los Rosales están disfrutando a fondo de las aulas en los parques que les estamos montando. También se han animado familias de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Giner de los Ríos.
No son las primeras rutas que realizamos en este curso, ya que varias familias se unieron para montar la primera de estas salidas por el parque Lineal del Manzanares. Pero sí son las primeras asociadas a centros escolares y a las familias del alumnado. Hablamos de las que estamos realizando en estas semanas con el instituto Los Rosales de Móstoles y con familias de la FAPA Giner de los Ríos. Y las que nos esperan con el Colegio Aquila de Parla y con un grupo de amigos.
Este curso hemos tardado en coger el ritmo por los recelos lógicos asociados a la pandemia por la Covid-19. En cada centro escolar primero han tenido que adaptarse a las nuevas normas de seguridad e higiene para evitar contagios y a partir de ahí plantearse la posibilidad de hacer actividades complementarias. Por aquí ya hemos defendido que las que son al aire libre, en zonas verdes cercanas al colegio o el instituto, son las idóneas para que los escolares no pierdan la oportunidad de salir al exterior a ampliar conocimientos.
En esas estamos con el IES Los Rosales de Móstoles y la FAPA Giner de los Ríos. Y en esas están también las aves, que han salido prestas a la llamada de nuestras “aulas en los parques”. Lo más sorprendente fue un bando de grullas comunes, seguro que de los más rezagados, que en perfecta formación en uve sobrevoló nuestras cabezas a la salida del instituto mencionado.
A partir de ahí fueron apareciendo las garcillas bueyeras de la rotonda que ya os presentamos; gaviotas reidoras que van y vienen de vertederos y humedales; cigüeñas que hacen lo propio entre vertederos y prados y sus lugares de descanso; picogordos solitarios y frioleros que en invierno se dejan caer más por los parques urbanos; y gráciles lavanderas, colirrojos y petirrojos que siempre llaman la atención porque casi todos se piensan que “eran gorriones”.
Y luego están apariciones de otras especies más habituales que llaman la atención. Es el caso de la gran cantidad de cotorras de Kramer, aparte de las argentinas, que vimos en el parque Emperatriz María de Austria de Carabanchel con las familias de la FAPA Giner de los Ríos. Aquí también tuvimos la oportunidad de ver en un trecho muy corto al pito real y al pico picapinos, los pájaros carpinteros más habituales de la ciudad.
En el recorrido con la clase de 1º E del IES Los Rosales por los parques de La Bola, Andalucía y Prado Ovejero también saltó la sorpresa. En el primero de los parques, el más pequeño y rodeado de edificios, identificamos en poco espacio a las palomas zurita, torcaz y doméstica y a la tórtola turca, las cuatro especies de aves columbiformes que se suelen ver en la ciudad, aunque no de forma tan concentrada y rápida en el tiempo como nos pasó aquí.
En fin, que nuestras amigas las aves de tendencias más urbanas nos volvieron a demostrar que siempre están ahí, y así debe ser. “Han esperado pacientemente” a que los centros escolares y las familias se decidieran a salir con Aver Aves para enseguida animar nuestras rutas y convertirlas en auténticos safaris urbanos. Continuará.
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