El Día de Quienes Más Aman a la Tierra (y a sus aves)

Así, en mayúsculas, como la efemérides que se celebra hoy: el Día Mundial de la Tierra. Quienes más aman a la Tierra son los escolares y las familias que se vienen casi a diario con Aver Aves. Cada participante en nuestras aulas en los parques sale convencido de que han conocido una biodiversidad nueva y necesaria, abanderada por las aves, y que ahora deben profundizar en ese conocimiento y en su disfrute, conservación y protección. Que tras las rutas nos aplaudan, abracen, escriban, dibujen, pinten, se apunten a talleres más especializados… significa que han cogido el testigo de amar y cuidar a la Tierra y a sus aves.

Está siendo una primavera frenética en Aver Aves. Además de todas las salidas con aulas en los parques que organizamos, celebramos también un taller de profundización en el uso de guías, prismáticos, aplicaciones móviles y plataformas de ciencia ciudadana para el alumnado y las familias del instituto El Espinillo de Villaverde.

Tras cuatro cursos organizando salidas con más de treinta grupos de primero de secundaria, notábamos que más de una y más de uno de esos alumnos se quedaban con ganas de más, sobre todo para mejorar sus observaciones. El resultado fue un taller que resultó todo un éxito de asistencia y, lo mejor, de interés por dar un paso más en el conocimiento y conservación de la biodiversidad que nos rodea.

Es un ejemplo de los muchos que podríamos poner del ir más allá de nuestras rutas por parte de los centros escolares. El que se traigan un pequeño cuaderno de campo (en muchos casos, su primer cuaderno de campo) para anotar todas las aves que identificamos no es ni mucho menos para que memoricen y recuerden las especies que hemos visto y oído, sino para que ese descubrir por primera vez que en su entorno hay mucho más que palomas, gorriones y cotorras, les lleve a conocer más sobre el ave marina, la rapaz, la garza o el pájaro carpintero que tanto les sorprendió.

Otro ejemplo son los pósters que han confeccionado alumnas y alumnos de quinto del CEIP La Navata de Galapagar a partir de los recorridos por el entorno de su centro escolar que hemos realizado en los últimos días. O los cuadernos de campo que ahora mismo están usando los escolares de tercero del CEIP Juan de la Cierva de Villaverde, en Madrid, sobre los que nos preguntan si luego pueden escribir o dibujar más sobre las aves que les estamos descubriendo.

Afortunadamente, el profesorado también se implica en ese siguiente paso para que las aulas en los parques con Aver Aves no sean flor de un día. No hay que perder el estímulo por descubrir y amar la naturaleza que tienen más cerca los escolares. Hay que incentivarles a saber más sobre los petirrojos, verderones y jilgueros que alegran estas mañanas primaverales, sobre esas migrantes recién llegadas que son las golondrinas, vencejos y milanos negros y sobre las gaviotas, cormoranes y garcetas que se dejaron ver más en invierno.

Otra organización que ha entendido esta necesidad es la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA Francisco Giner de los Ríos). Ya el año pasado, gracias a su colaboración, conseguimos abrir aulas en los parques de Villaverde con muchos colegios con los que hasta ese momento no las habíamos abierto. Su afán por demostrar la valía de estas rutas les ha llevado a programarlas este curso en fin de semana con familias de sus ampas asociadas. Prosigue pues esta labor de educación ambiental.

El Día de la Tierra necesita de esa educación ambiental continua y transversal en los colegios e institutos. Todos los días debemos tener presente esta efemérides. No puede ser flor de un día, repetimos. No queremos que nuestras rutas para conocer y aprender a amar y proteger la avifauna que nos rodea sea simplemente un cúmulo de sorpresas y admiración momentáneas por algo que se desconocía hasta entonces.

Queremos que las aves, y la biodiversidad que arrastran, se cuelen permanentemente en todos los centros escolares, que con sus vuelos y cantos inspiren trabajos y métodos de aprendizaje que no olviden la base de todo lo que somos: la Tierra como fuente de vida. Conocerla es amarla y amarla es cuidarla. No lo olvidemos los otros 364 días de la Tierra.

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