Tan alta, tan espigada, tan escondida, tan bonita, tan espectacular, tan elegante, tan “es la primera vez que la veo profe”… Sí, aunque cada vez es más común en zonas urbanas (como comprobaréis con las fotos que siguen a continuación), la garza real sigue pasando desapercibida para la gran mayoría de las personas y personitas que habitan y pasean por las ciudades. Tanto, que el móvil de algunos adolescentes esta vez no sirvió para chatear o ver un vídeo viral, sino para captar a esta vecina “inesperada”.