Están cerrados El Retiro y El Capricho, pero hay cien parques más abiertos

El riesgo de caída de ramas y árboles, principalmente debido a un mal planteamiento y mantenimiento del arbolado urbano de la ciudad de Madrid, ha provocado en estos días el cierre de parques emblemáticos como El Retiro y El Capricho. Pero hay más destinos para quien busque la biodiversidad urbana. Con Aver Aves llevamos recorridos, solo en la capital, 98 parques y jardines, y los que nos quedan. Hace poco nos sumergimos por primera vez en el de la Dehesa Boyal de Villaverde y en su espléndida masa de pinos piñoneros. Y sí, nos dieron la bienvenida hasta 24 especies de aves diferentes.

Un denso pinar de pino piñonero domina el parque Dehesa Boyal de Villaverde

Antes de recordar la variedad de posibilidades ornitológicas que ofrecen las zonas verdes urbanas de la ciudad de Madrid, no nos olvidamos de las del resto de la provincia. También fuera de los límites de la capital hemos visitado 35 parques y jardines, acompañando a escolares o chequeando el terreno para futuras rutas. Sumados a las 98 capitalinos, tenemos 133 ya en la cartera de visitas de Aver Aves.

Una de las últimas aulas al aire libre que hemos abierto en Aver Aves: con primero del IES Ítaca en el parque de Las Presillas de Alcorcón (Madrid)

Y recordamos los de la Comunidad de Madrid en su conjunto porque las últimas rutas las hicimos con estudiantes de primero de secundaria del instituto Ítaca de Alcorcón. Un año más repetimos con este centro escolar dentro del programa de sus jornadas medioambientales para descubrir la avifauna que recala en los dos parques más próximos: Los Castillos y Las Presillas.

Aparte de los milanos negros y reales, las fochas comunes, los ruiseñores bastardos y el cernícalo vulgar, entre las treinta especies identificadas, quedamos prendados de los mosaicos creados por alumnas y alumnos del bachillerato de Artes. Dentro de esas jornadas medioambientales, se documentaron sobre los restos encontrados en la Casa de Julia Felix de Pompeya y a partir de ellos elaboraron mosaicos con motivos animales, la gran mayoría aves.

Una de las aves (con un gran parecido a un petirrojo) representada en los mosaicos elaborados por escolares del Bachillerato de Artes del IES Ítaca

Regresamos a la capital, y en concreto al distrito de Villaverde. Desgraciadamente, una de las primeras cuestiones que nos impresionó es el descuido y mal mantenimiento de un arbolado urbano que ahora sufre caídas, talas y podas salvajes tras años de casi abandono en algunos casos. Enfermedades, pésimas ubicaciones y enormes nidos de cotorras argentinas acaban con ellos, y los dos últimos parques visitados, La Amistad y Dehesa Boyal, no son ajenos a ello.

No obstante, son dos zonas verdes urbanas que funcionan como excelentes alternativas, especialmente el de la Dehesa Boyal, a los que ha cerrado el Ayuntamiento de Madrid por precaución y reparación de los daños mencionados a la vegetación. El de La Amistad se encuentra en el barrio de Los Rosales. Es pequeño, pero se ensancha en calidad y cantidad con algunos jardines cercanos y pequeños corredores de zonas abiertas y no edificadas donde resiste una vegetación ruderal muy querida por colirrojos, pitos reales, jilgueros y mirlos.

Parque de La Amistad, situado en el distrito de Villaverde (Madrid)

Aunque las cotorras argentinas, con sus nidos y graznidos, acaparan gran protagonismo, no hay que dejar de echar la vista hacia los árboles en busca de mosquiteros, carboneros y herrerillos. Desde el suelo reclaman nuestra atención las lavanderas blancas, y entre los setos es el petirrojo el que advierte con su canto quién manda ahí.

Por uno de los pequeños corredores verdes mencionados se accede al vecino barrio de San Cristóbal y al parque de la Dehesa Boyal. La entrada, subterránea, bajo la Gran Vía de Villaverde, depara una imagen espectacular, con unos espigados pinos piñoneros dominando el panorama. Enseguida, pinzones vulgares, carboneros garrapinos y, sobre todo, palomas torcaces, se adueñan de la escena ornitológica.

Pero hay mucho más, porque aún se mantienen setos que otorgan biodiversidad botánica, y hacia el norte se inunda un coqueto estanque especialmente destacable en primavera por la orla de prunos en flor que lo embellece. Buen momento este también para disfrutar de los vuelos rasantes y acrobáticos para beber agua de golondrinas comunes y aviones comunes y roqueros. Ese disfrute lo tiene a pie de aula el alumnado del colegio Navas de Tolosa, cuyas puertas dan al parque.

Como en Aver Aves somos muy inquietos en la búsqueda de rincones donde los escolares descubran la diversidad de aves que les rodean, callejeamos entre los jardines del barrio de San Cristóbal hasta dar con la plaza de la Paloma de la Paz. Para redondear las casualidades ornitológicas, sobre el campanario de la parroquia de San Lucas, situada en la misma plaza, hay un nido de cigüeña blanca, felizmente ocupado en estos días de reproducción para la especie.

En definitiva, que el colegio Navas de Tolosa, pero también el Ramón Gómez de la Serna, Sagunto, República de El Salvador, Antonio de Nebrija, San Pedro, Liceo Rosales; y el instituto San Cristóbal de Los Ángeles, tienen a mano unas aulas al aire libre en las que aprender mucho sobre la biodiversidad que les cuida y les protege.

 

Bella escena primaveral en el parque de la Dehesa Boyal de Villaverde
Nido de cigüeña blanca sobre la parroquia de San Lucas en el barrio de San Cristóbal de Los Ángeles, en el distrito de Villaverde
0 Me gusta

¿Quieres compartirlo en Redes Sociales?

Facebook
Twitter
WhatsApp

Recibe las noticias de Aver Aves, apúntate a nuestro boletín