Gracias, río Manzanares. Y gracias, Ecologistas en Acción

Con diferencia, los cauces fluviales son los ecosistemas más visitados con nuestras aulas en los parques de lunes a viernes y con familias y adultos los fines de semana. Y dentro de ellos, el río Manzanares, por ser el río que vertebra buena parte de la provincia de Madrid, es el destino mayoritario. Gracias a la renaturalización emprendida por el Ayuntamiento de Madrid siguiendo las sabias recomendaciones de Ecologistas en Acción, el tramo de Madrid Río es una de las zonas más demandadas para nuestras rutas. Pero durante las últimas salidas hemos estado también en el Manzanares del Monte de El Pardo y en el del Parque Lineal del Manzanares. Incluso celebramos un “English Aver Aves” y un “Cumpleaves” en sus orillas, con invitadas de lujo, como garzas, garcetas, gaviotas, martín pescador, cormoranes y zampullines.

Tres institutos con los que hemos abierto aulas en los parques por primera vez (Ramiro de Maeztu, Cervantes y Ciudad los Ángeles), un cole que repite por segundo año consecutivo (Ausiàs March) y la celebración de un cumple de una peque de ocho años, Irene, han tenido como escenario el río Manzanares desde la última entrada a este blog. Es fácil que sea así porque es el río que atraviesa la ciudad de Madrid y además recorre zonas de gran interés paisajístico: sierra de Guadarrama, Monte de El Pardo y Parque Regional del Sureste.

Esta es la quinta aparición del río Manzanares en un titular de nuestro blog y con razón, porque excepto en su curso alto, hemos pajareado por sus orillas desde el Monte de El Pardo hasta su desembocadura en el río Jarama, en el denominado Soto de las Juntas. Y es posible que hagamos algún Aver Aves más cerca de su nacimiento, porque hay centros escolares de pueblos como El Boalo que se han interesado por nuestras rutas.

Aunque en los momentos preAver Aves, entre 2006 y 2008, hicimos alguna escapada con amistades para pajarear por el entorno del embalse de Santillana, nunca habíamos remontado el cauce más allá del Puente de los Franceses con grupos organizados en torno a nuestro proyecto. En este curso hemos roto ese límite junto a escolares de Alemania, España y Portugal unidos en torno al programa Erasmus y el IES Ramiro de Maeztu de Madrid.

El reto era doble, porque además de recorrer un espacio nuevo, que no desconocido –el que va desde el pueblo de El Pardo hasta el muro de la presa del embalse de El Pardo– lo hacíamos en inglés, debido a la diversidad de lenguas del alumnado. Prueba superada, aunque faltó a la cita el águila imperial ibérica, a la que habíamos visto días antes, durante el chequeo previo de la senda a transitar. Esta es una de las mejores zonas para ver a esta hermosa rapaz endémica de la península Ibérica.

Sin embargo, el propio cauce del río, su cercanía al Monte de El Pardo y las vistas a este y a la sierra de Guadarrama alegraron la ruta, que por supuesto se animó también con posados, vuelos y cantos de ánades azulones, gallinetas, garcetas, milanos reales, petirrojos, trepadores y decenas de gaviotas y palomas torcaces.

A partir de aquí, río abajo, paramos muy cerquita del Puente del Rey, ya en la ciudad de Madrid, porque en este punto a la orilla del río Manzanares nos esperaban Irene y sus amigas y amigos, a quienes había invitado a un cumpleaños muy especial. Nada de piscina de bolas. En este caso tendrían como principal atracción una “piscina de aves”. Eso es, en Aver Aves también organizamos “cumpleaves” para que la observación de estas vecinas emplumadas, además de juegos, cuentos y regalos en torno a ellas, conformen una celebración de lo más entretenida y divertida.

Que desde 2016 el tramo más urbano del Manzanares fluya libre, sin las compuertas que lo “encarcelaban”, propicia que la biodiversidad se haya multiplicado. Ahora hay islas de arena y vegetación con álamos, sauces, carrizos y espadañas que han devuelto la vida al cauce. Peces, anfibios, invertebrados, reptiles y, claro, aves, se dejan notar muy especialmente y son un reclamo continuo para que grupos familiares, colegios e institutos nos pidan rutas por este entorno.

Así fue como el IES Cervantes, que se acercaba a nuestras aulas en los parques por primera vez, nos pidió que querían estrenarse con Aver Aves con una ruta por Madrid Río. Y allá que fuimos, con dos grupos en dos días con los que identificamos 31 especies de aves diferentes. Sin duda, el martín pescador fue la estrella de las jornadas, sin desdeñar el festín, en torno a un gran barbo, que tenían montado gaviotas sombrías y reidoras, cormoranes grandes, garceta común, garza real y gallineta común.

Todo esto se puede disfrutar gracias principalmente a la propuesta y reivindicación que Ecologistas en Acción llevaba años planteando al Ayuntamiento de Madrid: que abriera las compuertas de las presas del río Manzanares para que recuperara toda esta vida. De esta manera funciona como una continuidad más natural del siguiente tramo (Parque Lineal del Manzanares), dividido a su vez en otros tres hasta su desembocadura en el río Jarama.

El IES Ciudad los Ángeles por primera vez y el CEIP Ausiàs March por segundo curso consecutivo han conocido, además de la biodiversidad urbana pegada a sus centros, la del curso del río Manzanares más cercano. De nuevo una garza real posada y que echó a volar bajo el cruce de carreteras del “nudo supersur” de la M-40 y un martín pescador, que se posó a escasos metros del grupo escolar y que exhibió su vuelo de centelleante reflejo azulado sobre el rio, fueron las máximas atracciones. Todo ello sin desmerecer los continuos avistamientos de gorriones, carboneros, petirrojos, pinzones o lavanderas.

Desgraciadamente, no todo son escenas para deleitarse. También vemos, nos enfadamos y explicamos por qué hay una banda blanca en la orilla, pegada al lecho del río, repleta de restos de toallitas de baño; por qué hay plásticos en los árboles de los márgenes y dentro del agua; por qué, entre acabar con la mosca negra y el ailanto se ha arrasado con buena parte de la vegetación de ribera; y por qué, para acceder al río con mayor facilidad o hacer su entorno más artificialmente bonito, se han talado árboles, aterrado sendas y creado parques y zonas de descanso.

El río Manzanares es uno de los mejores “libros de texto” que pueden abrir muchos escolares de la Comunidad de Madrid. Y además nos sirvió para celebrar con él los días mundiales de la Educación Ambiental (26 de enero) y de los Humedales (2 de febrero). Por si aún no conocen este “libro fluvial”, monitores de Aver Aves y las aves que se dan cita en él ejercen de “profes”, para que, en vivo y en directo, se percaten de todo lo bueno y lo malo. Seguro que esos mismos escolares serán quienes se encarguen de que la balanza se incline hacia lo bueno y abandone poco a poco el lado malo.

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