Una de las visitas clásicas primaverales de Aver Aves es acudir a la morada del animal más veloz del mundo. Las personas asiduas de este blog saben de sobra que no hace falta que nos embarquemos en un vuelo rumbo a África o América, ni tan siquiera coger la bici o el metro y acercarnos a los acantilados de los ríos Jarama o Manzanares. El halcón peregrino lo tenemos a escasos 200 metros de nuestro hogar/oficina en Carabanchel, y son varias las excursiones que hemos hecho con escolares y familias para demostrarlo. Verlo de nuevo al comienzo de primavera, entre febrero y marzo, nos recarga de alegría, sobre todo en esta temporada de cría, porque temíamos que la pérdida de la hembra del pasado año hiciera fracasar a la pareja de 2015.