¡Lo que se aprende sin abrir un libro!

“Hoy, sin abrir un libro, han ampliado conocimientos en interacción con la naturaleza”. Así resumía una profe del colegio El Greco de Madrid una de las rutas que estamos haciendo con sus cuatros clases de segundo de primaria. Con una de ellas batimos el récord del cole de especies de aves identificadas (28), hablamos de migración viendo milanos negros, nos aprendimos los cantos del verdecillo y el verderón, comprobamos el mal que le hace el plástico a la fauna y nos sorprendimos con la capa de contaminación que hay sobre Madrid… Sí, y todo lo vivimos y lo aprendimos sin abrir un libro.

Todavía hay cierta gente, incluso dentro del ámbito educativo, que piensa que una ruta alrededor del centro escolar no reúne los alicientes suficientes para motivar a los escolares con conocimientos en vivo y en directo sobre la naturaleza y nuestra relación con ella. Como mucho, entienden que las aves dan para un bonito y bucólico paseo en el que deleitarse con poses, cantos y vuelos de las cinco especies que conoce todo el mundo: gorrión común, paloma doméstica, mirlo común, urraca y cotorra argentina.

Pero claro, cuando colocas el telescopio y la chavalería entre siete y ocho años ve de cerca y oye cómo se expresa un verdecillo en lo alto de una acacia aún medio deshojada; y de repente se te dispersa el grupo porque, oh emoción, al lado de su cole y de sus casas, surca el cielo en planeos continuos un bando nada menos que de rapaces, de doce milanos negros…pues resulta que aquello se convierte en un auténtico safari urbano con muchas lecciones que aprender.

¿Por qué cantan las aves así? ¿Por qué ahora hay decenas de milanos negros volando sobre Villaverde y hace un mes no? ¿Cómo que dentro de poco unas vecinas que vienen de África volando se van a alojar dentro de unos pegotes de barro en lo alto de los edificios de mi urba? ¿Por qué este plástico que envolvía las galletas que me he comido puede acabar, si no lo reciclo bien, a miles de kilómetros de Villaverde, en el estómago de un albatros de tres metros y medio de envergadura, de punta a punta del ala?

Con estos libros al aire libre, en Aver Aves explicamos, en completa interacción con el medio y los escolares, multitud de cuestiones referidas a la migración, la geografía, el comportamiento animal, el problema de los residuos plásticos, las corrientes marinas, las cadenas tróficas o la adaptación de las aves a diferentes medios. Y, claro, al hacerlo al lado de su cole y de sus casas, el mensaje cala más y mejor.

Hablamos de peques entre siete y ocho años del CEIP El Greco de Villaverde, pero decimos lo mismo de los adolescentes entre catorce y dieciocho años del IES Villaverde, ubicado en este mismo distrito madrileño. Todos y todas sintieron por primera vez presencias y sensaciones que hasta ahora les habían pasado inadvertidas. Por supuesto ni idea de que en los setos de su instituto se refugian los petirrojos y que frente al mismo se posan lo mismo palomas domésticas que torcaces o tórtolas turcas.

Sobre todo estamos para compartir las dudas que surgen como torrentes. En especial cuando hacemos algo que hasta ahora NINGUNO se había parado a hacer en el parque en el que TODOS LOS DÍAS salen a tomar el bocata o un refresco y, por qué no, a montar el botellón: presenciar cómo las cotorras argentinas ahogan la copa de los cedros mientras construyen y reconstruyen afanosamente unos macronidos yendo y viniendo con ramas en los picos y entrando y saliendo por los huecos que dejan en estas “viviendas enramadas”.

Y de nuevo sin abrir un libro. En este caso hablando de ese peliagudo problema (una de las principales amenazas para la fauna) que es la invasión de especies exóticas, que comienzan con las cotorras argentinas del parque de El Espinillo pero siguen con las tortuga de Florida del cercano río Manzanares, que hasta permite hablar de mapaches, visones americanos, cangrejos de río americanos y truchas arco iris. Todas estas son invasoras que con presencia pasada o presente en este cauce.

Este es el sentido de las “aulas en los parques” que montamos todas las semanas. De nuevo las zonas verdes del distrito de Villaverde, pero también Madrid Río y el parque de La Alhóndiga de Getafe seguirán convirtiendo en los próximos días sus praderas, arboledas, estanques y setos en “editoriales” que nos regalan originales libros llenos de aromas, cantos y documentales en directo.

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