Los piquituertos visitan La Ventilla

El pasado 29 de diciembre, con una niebla que subía y bajaba, Aver Aves encaminó sus pasos por diversos parques repartidos entre los distritos madrileños de Tetuán y Fuencarral-El Pardo para preparar nuevas rutas para escolares. Ese ir y venir neblinoso dificultó ver e identificar con nitidez algunas especies, pero no impidió que disfrutáramos con un trío de fringílidos muy activos: piquituerto, jilguero y pinzón vulgar. Así que, atentos, coles e institutos de la zona, que contamos con una buena biodiversidad alada.

Nos hubiera gustado mostraros una mejor imagen del piquituerto, pero la niebla lo impidió.

La ruta la comenzamos en el parque de La Ventilla, a 50 metros escasos del paseo de La Castellana. Y zas, nada más comenzar, bando numeroso e inquieto de jilgueros acompañado de algunos pinzones vulgares picoteando incansables en busca de comida. Fue curioso, el bando nos siguió casi hasta salir del parque, como si fuéramos los que repartíamos semillas a nuestro paso.

Pero la observación más celebrada fue la de los piquituertos encaramados en lo alto de las coníferas (los pinos dominan este área verde) del parque, lugar querencioso para la especie y fácil atalaya donde observarlos. Con su pico característico de mandíbulas cruzadas, no importaba que la niebla ocultara los colores y formas, eran piquituertos sí o sí.

Estos dos pinos piñoneros dan la bienvenida al parque de Los Pinos.

Pegado al parque de La Ventilla está el de Los Pinos, destacable por un par de pinos piñoneros que nos dan la bienvenida si entramos por la avenida de Asturias. Aquí encuentran continuidad natural mirlos y gorriones comunes, pitos reales, agateadores comunes, herrerillos capuchinos y carboneros comunes y garrapinos.

El siguiente paso lo protagonizó el parque Agustín Rodríguez Sahagún. En un primer tramo (en paralelo a la calle Sinesio Delgado) dominan las praderas y recintos deportivos. No es mal sitio para dar con las pizpiretas lavanderas, pero lo mejor llega cuando se asciende hacia el parque Huerta del Obispo. La maraña de setos que dominan aquí permite que petirrojos, currucas y mosquiteros aparezcan con  asiduidad.

De nuevo, todo un descubrimiento y un placer recorrer estas zonas verdes de barrios populares como El Pilar, Valdeacederas, Tetuán, Quemadero o Villaamil. Por supuesto salimos de ellos con las veinte especies identificadas de rigor (a pesar de la niebla). Alumnos y alumnas de colegios e institutos cercanos (Felipe II, Tetuán de la Victoria, Federico García Lorca, Eugenio María de Hostos, Daniel Vázquez Díaz, Nuestra Señora del Pilar…) podrán aprender y disfrutar igualmente de estos paseos ornitológicos si se apuntan a las rutas de Aver Aves.

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