Nos da mucha lástima que la respuesta de algunas familias y/o profesorado ante la propuesta de realizar una ruta en busca de las aves urbanas que les rodean sea que ya conocen las zonas verdes donde las vamos a encontrar, y que por lo tanto no merece la pena descubrirlas. Cuando, a pesar de esa reticencia, parte del profesorado o el propio centro escolar deciden tirar para adelante, el asombro ante lo descubierto traspasa los propios muros de ese centro. Por ese motivo, hemos querido dedicar esta entrada al blog a las protagonistas de ese asombro, las que demuestran que se pueden observar hasta treinta especies alrededor del colegio o instituto y deslumbrar con sus plumajes, vuelos y cantos. Os lo merecéis, bellezones.