Parafraseamos aquí al gran Caco Senante y su canción Una gaviota en Madrid. Lo hacemos no solo porque en las rutas de Aver Aves también nos preguntan el porqué de la presencia de estas aves marinas en la capital, a 400 kilómetros de la costa más cercana, sino porque resulta chocante que queden en la ciudad vaquerías donde niños y niñas se sorprenden tanto de las vacas, terneros y gallinas de su interior, como del rebaño de ovejas que pasta en el descampado cercano o del milano real que planea en busca de una presa.