Salimos del céntrico metro de Ópera, en Madrid. En estas fechas, la gran mayoría de las personas enfila la calle Arenal arriba, en busca de los templos del consumo navideño. Raro escapar al aluvión de luces, música y fraternidad navideña sin gastar un euro. Aver Aves decide emprender el camino en sentido contrario, hacia la plaza de Oriente. Queremos disfrutar de la compañía de nuestras amigas las aves también en Navidad, en la ciudad, en libertad y por cero euros. Y nada más pisar la plaza, el primer regalo envuelto en una algarabía de trinos: un grupo de unos doce jilgueros comparte banquete con herrerillos y carboneros entre los frutos de un liquidambar.