La combinación de aves y parques urbanos, pero también de historia, arquitectura, literatura, arte y cultura en general y hasta de impactos ambientales hacen que nuestras rutas se llenen de momentos memorables. Ya hablamos en la anterior entrada de lo que supone ver desde el centro de Madrid a un buitre negro, el ave de mayor envergadura alar de Europa. ¿Y ver una pareja formada por un silbón europeo y una ánade azulón? ¿Y saber que la ciudad de Madrid la fundó un musulmán mientras vemos aviones roqueros? ¿Y contemplar una gran colonia de aviones comunes en el mismo edificio en el que estuvieron presos Miguel Gila o Antonio Buero Vallejo?