Un parque para mil visitas

El parque de Pradolongo, enclavado en el distrito madrileño de Usera, es uno por el que sentimos especial cariño y devoción desde Aver Aves. Cuestiones sentimentales, gran diversidad de ambientes y espacios (estanque amplio, jardín botánico, la iglesia rota…) y, por supuesto, sus aves nos tienen enganchado a él, hasta el punto de elegirlo el Día Mundial de la Educación Ambiental (26 de enero) para dar un paseo indagatorio de cara a una próxima salida con escolares. No nos defraudó. Solo las concurridas citas en el lecho de su ría, donde beben y se asean mirlos, palomas, mosquiteros, lavanderas, gorriones, verdecillos y currucas (además de un conejo), dan para salir satisfechos de esta zona verde urbana.

Panel con las aves más comunes del parque Pradolongo

En la entrada de Wikipedia (muy recomendable) sobre Pradolongo cuentan que fue inaugurado en 1983 por el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván y que es considerado “el primer parque democrático de la ciudad, ya que el diseño fue ejecutado de acuerdo con las necesidades y gusto de aquellos vecinos que iban a disfrutarlo”. No lo dudamos. En este vergel urbano nadie echa en falta un rincón acorde a sus ansias de esparcimiento: carriles bicis (el Anillo Verde lo bordea en parte), canchas deportivas, paseos arbolados, zonas infantiles, lomas más recogidas y menos frecuentadas (como la montaña artificial, ver mapa), praderas frecuentadas por canes, un estanque y una ría, un jardín botánico, frondas ideales para emboscarse en espera de sus habitantes alados… Una limpieza más concienzuda de la ría ayudaría a alcanzar el sobresaliente.

Un mirlo común y una lavandera cascadeña en la ría de esta zona verde de Usera

Afortunadamente, aun quedan en pie muchos carteles y paneles que presentan y explican la variedad botánica y faunística que crece y se mueve por Pradolongo (existe una senda ecológica). Así, el paseo entre praderas, bosquetes y zonas arbustivas se hace más ameno y didáctico. Saber que estás ante un tilo, un pino piñonero o un almendro o cómo y dónde puedes dar con un mirlo común o una lavandera blanca ayuda a activar los sentidos y a disfrutar con más conocimiento del entorno. Si a ello le añadimos la variedad vegetal que se junta en el jardín botánico (casi doscientas especies repartidas en cuadrículas bien estructuradas y presentadas), vamos teniendo ingredientes más que sobrados para animar cualquier ruta con alumnos y alumnas.

El estanque desde el pinar que puebla la montaña artificial

El estanque es uno de los más grandes presentes en los parques urbanos de Madrid, con lo cual queda asegurada la presencia de gaviotas reidoras y sombrías, cormoranes grandes y ánades azulones. Da para más variedad de aves acuáticas, pero su uso para la práctica del kayak-polo y demostraciones y competiciones de barcos y lanchas de radio control seguro que disuaden a las especies menos confiadas y gregarias. Otro aliciente de este lago es su orla de vegetación en la vertiente sur. Palmitos, adelfas y arizónicas se alternan con madroños y matorral mediterráneo que alegran el paseo y permiten el correteo piante de petirrojos, colirrojos tizones, currucas capirotadas y lavanderas blancas.

Muy cerquita queda la iglesia rota, llamada así por los vecinos del barrio de Orcasitas por el estado de abandono y ruina en el que lleva desde hace años. Aunque no los hemos visto (tenemos pendiente una visita nocturna por si acaso) su estructura permite pensar que algún mochuelo y hasta lechuza común pudieran encontrar acomodo en su interior. De momento, queda disfrutar, entre otros elementos arquitectónicos, de su cúpula, rematada por un gallo metálico en el que no es raro ver posados y silbando a los estorninos negros. Y ya que miramos hacia arriba, antes de que se cumpla el dicho de “por San Blas la cigüeña verás”, damos con tres de estas zancudas, seguramente de las que nos hacen compañía durante todo el año en Madrid.

Cúpula de «la iglesia rota», nombre que recibe en el barrio este templo en ruinas

Es cierto que cualquier persona, menores incluidos, puede disfrutar de este pulmón verde de Usera en cualquier momento y situación, pero ninguna, al menos por lo que tenemos comprobado en nuestras visitas, se para a admirar el correteo incansable de la lavandera cascadeña en la ría en busca de comida, los baños del verdecillo y el gorrión común en el mismo cauce, la arquitectura bien estudiada de los nidos comunales de cotorras argentinas o el ir y venir del pito real de la pradera a los troncos de los árboles; además de las historias que adornan a estas aves y el lugar en el que se mueven. Escolares de los colegios e institutos Pradolongo, Meseta de Orcasitas, Ciudad de Jaén, Pio Baroja, María Reina, Santa María, Rafaela Ybarra, Nuestra Señora de la Fuencisla, Joan Miró y San Luis Felca, entre otros, tienen la oportunidad de apuntarse a descubrir estas y otras maravillas que ofrece el parque de Pradolongo y que suelen pasar desapercibidas.

Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.

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