Acabamos de empezar y ya llevamos águila real y aguililla calzada

Y muchas especies más dignas de mención, incluido el gorrión común, que tan mal lo está pasando últimamente. Pero sí, acabamos de empezar el curso 2021/2022 en Aver Aves, hemos ido con tres centros escolares y cinco grupos de familias por diez parques urbanos de la provincia de Madrid y ya tenemos anotadas en la libreta águila real, colirrojo real, mosquitero musical, lavandera cascadeña y aguililla calzada, entre otras muchas especies de aves. Como siempre, la sorpresa de grandes y peques es mayúscula, porque antes de salir con Aver Aves no se habían percatado de que al lado tenían algo más que gorriones, palomas, urracas y cotorras.

Los primeros días de octubre son especialmente fructíferos en la observación de aves. Por un lado, aún podemos ver a las especies estivales más rezagadas, las que, tras permanecer en España durante su período reproductor (primavera y verano), vuelven hacia África a pasar nuestro invierno. Ese fue el caso de la aguililla calzada que vimos con 6º C del colegio El Greco de Villaverde. Fue desde la orilla del río Manzanares, a quinientos metros de su centro escolar. Contar todo lo narrado hasta ahora y vivirlo en directo, con la rapaz sobre nuestras cabezas llenó de emoción al grupo que formábamos.

Por otro lado, están las primeras que, tras pasar ese mismo período reproductor en el centro y norte de Europa, deciden regresar a Madrid a pasar el invierno. Es el caso de los cormoranes grandes y las gaviotas sombría y reidora que vimos con familias de la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA Giner de los Ríos) en un recorrido entre Madrid Río y la Casa de Campo.

También se empiezan a ver y oír más a los petirrojos, mirlos comunes y lavanderas blancas. Algunos vienen de zonas más septentrionales, pero la mayoría regresan a las zonas verdes urbanas durante el otoño y el invierno desde zonas cercanas a las ciudades, pero más abiertas y expuestas a las bajas temperaturas de estas estaciones. Ayer mismo vimos a estas tres especies en un recorrido con 1ºA del instituto Los Rosales de Móstoles por los parques de Los Planetas, Andalucía y Prado Ovejero.

Otro habitual de las rutas de estas fechas con Aver Aves es el papamoscas cerrojillo. En este caso se trata de especies que hacen escala entre septiembre y octubre en España en su camino de vuelta al sur desde Europa. Necesitan descansar, comer el máximo posible de invertebrados, recobrar fuerzas y energía y reemprender su periplo migratorio. A este papamoscas le hemos visto en casi todas las salidas. A otros incansables viajeros ahora de paso, como el colirrojo real y el mosquitero musical, les vimos en el parque de la Cuña Verde de Latina.

A los mencionados colirrojo real y mosquitero musical los encontramos en un recorrido de prospección. En el que realizamos directamente con familias de la FAPA Giner de los Ríos solo apareció el segundo, pero en un momento muy especial, ya que en la misma catalpa en la que buscaba alimento se dieron cita un pequeño bando de mitos, un par de herrerillos comunes y un carbonero garrapinos. Todo un acontecimiento que se engrandeció después con la figura de un halcón peregrino en uno de los edificios de Madrid donde tiene un nido.

No quiero terminar esta entrada al blog sin mencionar las dos rutas que hemos hecho hasta ahora con el colegio Félix Rodríguez de la Fuente de Coslada. Como comentaba en una entrada anterior, es la primera vez que organizamos aulas en los parques con este centro, que lleva nombre tan ilustre para quienes comenzamos a amar la naturaleza con Félix. Los alumnos y alumnas de tercero vieron por primera vez a los carboneros garrapinos, milanos reales y estorninos negros que tienen al lado del cole, pero también apreciaron la importancia de contar con gorriones comunes, mirlos comunes y palomas torcaces cerca de ellos.

¿Qué nuevas sorpresas aladas nos depararán las próximas salidas con estos y otros centros escolares y más grupos de familias? Pues lo mejor de todo es que es una incógnita. Sabemos que hay vecinas que se repiten y que así debe ser. Pero también que hay otras menos frecuentes que una buena mañana deciden sobrevolar nuestras casas o posarse en los árboles y setos de nuestros jardines. Tener una mente y sentidos muy despiertos ayuda a que esas sorpresas se concreten.

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