Nos ha dolido, y aún nos duele, que uno de nuestros parques más queridos, por estar en nuestro distrito de Carabanchel y por llevar el nombre de Manolito Gafotas, haya ardido al menos en tres ocasiones en los últimos meses. No vimos mejor manera de reivindicarle y solicitar una conservación y mantenimiento adecuados que acompañar durante una mañana a las aves que lo pueblan (del halcón peregrino al gorrión común, pasando por el pito real), gracias, por ejemplo, a los numerosos árboles que vecinas y vecinos plantan en él (de pinos a higueras, pasando por encinas) y que cuidan primorosamente, a pesar del azote de llamas, basura y vandalismo.