De la pradera de Goya a la de Aver Aves

Posiblemente, uno de los cuadros de Francisco de Goya que reflejan con mayor nitidez el paisaje de la ciudad de Madrid de finales del siglo XVIII es La pradera de San Isidro (1788). Hoy, esa rala pradera que disfrutaban disolutos cortesanos y cortesanas el día del patrón madrileño es en gran parte un parque del distrito de Carabanchel poblado de cientos de cedros, pinos, falsos plátanos, cipreses e incluso palmeras, salpicado de praderas de césped, rías y estanques. Y, por supuesto, habitado por cientos de aves. Este fue el motivo de nuestra visita con la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del colegio Perú, que junto a escolares del instituto Anselmo Lorenzo de San Martín de la Vega han protagonizado las últimas rutas de Aver Aves.

Goya escenificó así el disfrute de los madrileños en la pradera de San Isidro. En la próxima imagen verás cómo la disfrutamos ahora

El CEIP Perú tiene la enorme suerte de estar rodeado de zonas verdes de gran interés para la interpretación de la biodiversidad urbana y para la observación de nuestras amigas las aves. El mencionado parque de San Isidro, el de Comillas (situado literalmente a las puertas del centro), el Emperatriz María de Austria (también conocido como Parque Sur) y Madrid Río son algunas de esas zonas que madres y padres, escolares y profes tienen a escasos pasos. El APA eligió el primero de los parques para acompañarles en una ruta, y no resultó mala elección.

Ahora, disfrutamos de la combinación de arboledas y praderas y de la compañía de las aves

Todas las especies que podían acudir a la cita lo hicieron, desde los vencejos comunes y la cigüeña blanca en el cielo a la abubilla, el pito real, los estorninos y los mirlos en el suelo, pasando por los mitos, verdecillos, verderones y cotorras argentinas en los árboles. Estas últimas, demasiado en los árboles. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid deberían tomar nota de la peligrosidad de algunos nidos de esta especie invasora situados en la copa de los árboles. Hay que recordar que este año cayó un cedro en el mismo distrito de Carabanchel a causa de la carga de varios nidos de cotorras.

Cotorras también encontramos, pero menos, en el parque Tierno Galván de San Martín de la Vega, el tercero dedicado al “viejo profesor” que nos encontramos en la Comunidad de Madrid. Esta zona verde, conocida popularmente como “parque de los patos”, es una antigua gravera rehabilitada como parque urbano y lugar muy frecuentado por pescadores y paseantes. La comunidad escolar del instituto Anselmo Lorenzo de esta localidad madrileña es otra que tiene la inmensa fortuna de tener a sus puertas una biodiversidad fuera se serie.

Máxima concentración también en el parque Tierno Galván de San Martín de la Vega

Es salir del centro escolar y entrar en los límites del Parque Regional del Sureste, un entorno protegido en el que se combinan huertos, campiña, acequias, graveras reconvertidas en lagunas, bosques de ribera y el cauce del río Jarama. “Yo he estado por aquí y solo reconozco gorriones, patos y palomas”, nos contaba Rubén. Él y sus compañeros y compañeras de 1º de ESO se llevaron, tras dos días de visitas, más de 25 especies diferentes apuntadas en sus cuadernos de campo, donde también aceptamos la entrada de aves introducidas y cautivas, como el ganso-cisne, el pato almizclero y el gallo.

Ruiseñores comunes y bastardos, fochas y gallinetas comunes (ambas con sus crías nadando junto a los adultos), ánades azulones y apariciones fugaces de carriceros y oropéndolas delatan al parque Tierno Galván como un humedal digno de ser conocido y visitado por sus vecinos. En los alrededores, jilgueros, gorriones molineros, golondrinas comunes y aviones comunes atestiguan también el carácter rural y agrícola que rodea al IES Anselmo Lorenzo.

Laura, del IES Anselmo Lorenzo, nos obsequió con este mirlo dibujado en su cuaderno de campo

De nuevo nos conmovió la capacidad de sorpresa de unos estudiantes que nunca habían visitado este parque con los sentidos centrados en reconocer su flora y su fauna. A cada paso les descubríamos un mundo nuevo, tanto, que algunas alumnas, como Laura, comenzaron a dibujar lo vivido en un improvisado cuaderno de campo donde no faltaban oropéndolas, ánades azulones y mirlos comunes.

Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.

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