“Salen los alumnos al patio y no ven más que gorriones y palomas; y venís vosotros y de repente hay urracas, verdecillos, verderones, currucas, estorninos, cernícalos, mirlos, petirrojos… es como si hicierais magia”. Esto no nos lo habían dicho hasta ahora y nos sonó genial tras concluir una de las últimas rutas que hemos hecho con alumnos y alumnas de primero de secundaria del instituto público Altaír de Getafe. Ya cuando en el parque más cercano dimos con abejarucos, papamoscas cerrojillos y cogujadas comunes nuestra capacidad de prestidigitación se elevó a la máxima potencia.