La suerte de acompañarnos en invierno

Sin dejar de dar importancia y destacar nuestros paseos primaverales y estivales, ya sabéis que nos duele mucho que en España, y más concretamente en Madrid, los coles e institutos no se animen a organizar salidas al aire libre en otoño e invierno por miedo al “mal tiempo”. Por eso valoramos muy positivamente que centros como el colegio Nazaret Oporto nos acompañen estos días por zonas verdes del distrito de Carabanchel para enseñarles la diversidad de aves que les rodean. Solo así podemos admirar fácilmente a la lavandera cascadeña en las rías de los parques y a las gaviotas sombrías en el cielo.

Que te saluden, justo a la salida de la excursión, jilgueros, lavanderas, cotorras, urracas, palomas torcaces, gorriones y mosquiteros ya supone un primer aliciente, una señal de que todo va a salir bien. Los alumnos y alumnas de primero de secundaria del colegio Nazaret Oporto han sido los últimos en conocer “las mieles” de las rutas de Aver Aves. Nos queda un segundo recorrido con ellos la semana que viene.

Un (aparentemente) simple descampado tomado por una vegetación rala y espontánea sirvió para iniciar la ruta y demostrar que la biodiversidad urbana nos espera a la vuelta de cualquier esquina. Si a eso le añadimos que el siguiente paso nos adentra en la colonia del Tercio Terol (o Tercio de Terol, o Tercio y Terol…) la ruta gana enteros.

Esta coqueta colonia de casas unifamiliares con patios interiores, construida en los años cuarenta del pasado siglo, se inspira en el concepto de “ciudad jardín”, al cual se añade un destacado componente rural en su distribución. Se trata de un urbanismo más amable, en el que se le da importancia a las zonas verdes, tanto en los patios mencionados como en espacios comunes (plazoletas, bulevares, aceras…). Solo así se entiende que nos salgan al encuentro continuamente mirlos, petirrojos, gorriones molineros y verdecillos.

Salimos del Tercio Terol admirando también el arte expresado en algunas de sus paredes, que incluye representaciones de escenas de “Un perro andaluz” de Luís Buñuel y de hambrientos buitres leonados (que conste que estos no cuentan a la hora de hacer la lista de aves identificadas). Una de sus calles, con nombre de rey Godo como la mayorías de ellas, desemboca en el parque de San Isidro.

Este parque urbano ya lo hemos visitado en otras ocasiones y hemos hablado de la combinación de historia (contiene la pradera de San Isidro, inmortalizada por Goya en uno de sus cuadros) y lucha vecinal que lo envuelve. Ayer nos topamos con unas obras en la zona del estanque, que no evitan que sigan bajando numerosas especies a comer, beber y bañarse en sus orillas. La lavandera cascadeña y el ánade azulón son dos visitantes asiduos por estas fechas.

Antes de emprender la vuelta hacia el punto de partida surtió efecto la perseverancia en barrer y escudriñar con prismáticos y telescopios las praderas del parque en busca de otras especies. Bajo un pino, un pito real se afana en perforar el suelo con su prominente pico y extraer invertebrados de lo más variados. A su lado, y sin mover los prismáticos, completan la escena estorninos negros, urracas, lavanderas blancas, gorriones molineros, palomas torcaces y cotorras argentinas. Como siempre, nadie que no formara parte del grupo escolar que exploraba en esos momentos la biodiversidad del parque de San Isidro se percató e identificó a los miembros de esta concurrida reunión de comensales con alas.

Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid

0 Me gusta

¿Quieres compartirlo en Redes Sociales?

Recibe las noticias de Aver Aves, apúntate a nuestro boletín