Parque del Norte, en el barrio de La Paz, y parque de la Alcazaba, en el barrio del Pilar. Hasta allí dirigimos los pasos en busca de la avifauna que los habita y en respuesta al interés que algunos colegios e institutos de la zona han mostrado en las rutas de Aver Aves. ¿Y qué decir? Que de nuevo el rincón más insospechado de una zona verde urbana es capaz de aportar trece identificaciones de otras tantas especies en menos de diez minutos y sin mover los pies, incluida la admiración ante un pájaro carpintero, el pito real, que cual Spiderman con alas y pico trepaba por la fachada de un edificio (caso de la Alcazaba); o de deleitarnos con un pequeño bando de piquituertos (caso del Norte).