Miramos ahora hacia las antenas y nos topamos con la “prima” de la paloma doméstica: la paloma torcaz. ¿Qué, ya habéis visto la marca blanca en el cuello que les diferencia?
-Exactamente en la misma antena pillamos al estornino negro, con su negro más brillante y “despeinado” que el del mirlo común, y figura más estilizada.
-Aquí está el mirlo común. Tenemos primeros planos donde se le distingue mejor, pero de nuevo preferimos mostrarlo en su entorno, la jardinera donde tenemos instalado un comedero y un bebedero.
-Volvemos a las antenas para gozar con este precioso abejaruco, ave migratoria que también para de vez en cuando por la calle Gaviota de Carabanchel, especialmente durante los grandes desplazamientos hacia el sur.
-De migradora a migradora, y del balcón del salón a la ventana de la cocina para admirar ahora a la golondrina común. Una de nuestras preferidas, ya que cada año saca a su prole en el garaje que hay bajo estas cuerdas para tender la ropa.
Las aves de las siguientes fotografías:
-Más aves en antenas, en esta caso una pareja de urracas, algunas de la cuales se meten incluso a servirse del comedero que tenemos instalado en el balcón.
-Cierto, hay demasiadas cotorras argentinas y son muy ruidosas, pero no les vamos a negar ahora su belleza, y menos cuando comparten antena para “cotorrear”.
-De vuelta a otro comedero, en este caso un macetero, con un ejemplar de una de las especies más asiduas a la hora de visitarlo, un gorrión común. Hay que cuidar a estos peques, cuyas poblaciones disminuyen año a año.
Y nada más, que si, a pesar de todos nuestros consejos, no sois capaces de ver e identificar estos regalos de la naturaleza, aquí nos tenéis para enseñaros. Queremos comenzar el curso 2018/2019 igual de fuertes que el anterior, abriendo aulas en los parques y las calles para conocer e interpretar lo que la biodiversidad nos quiere contar.