Entre cumpleaños, ruiseñores y festivales

Aver Aves ha tenido un final de curso acorde con su trayectoria de intensa relación con peques y aves. La celebración de un cumpleaños entre parques de Moratalaz, dos rutas para deleitarnos con los cantos de los ruiseñores en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y un paseo por el parque de Las Cruces (entre Latina y Carabanchel) dentro del programa del Festi K de Carabanchel han puesto una rúbrica diversa y atractiva al curso 2015-2016. Alcaudones comunes, buitres leonados, cigüeñas blancas, picos picapinos, palomas zuritas y currucas carrasqueñas tampoco quisieron perderse estos momentos.

La celebración del cumpleaños de Manu entre aves y árboles de parques del barrio de Marroquina de Moratalaz supuso un punto de inflexión para nuestra trayectoria. Era la primera vez que afrontábamos algo así, y agradecimos enormemente que se sustituyera la tradicional fiesta en una hamburguesería o en un salón de juegos por un Aver Aves dominguero cercano a sus casas y coles. Para empezar, las aves también lo agradecieron y, generosas, quisieron ofrecerle los primeros regalos a Manu y sus amigos y amigas nada más empezar.

Un pico picapinos percutiendo sobre un álamo blanco; una pareja de carboneros comunes mostrando su cariño entre los pinos; verdecillos y verderones aleccionándonos sobre su variedad de cantos; esa cercanía extrema de palomas torcaces y domésticas que nos permiten distinguir el inconfundible collarín blanco de la primera… vamos, que sin salir del diminuto parque de Los Pinos (el primero que visitamos) ya habíamos envuelto diez especies de aves con papel de regalo.

Entre el descampado que limita el barrio de Marroquina con La Elipa y su prolongación hacia el parque de la Cuña Verde de O´Donnell hubo más regalos ornitológicos, algunos inesperados y notorios, como la defensa que hacían unos alcaudones comunes de su lugar de cría frente a unas urracas intrusas. Como diría nuestro buen amigo Gorka Gorospe en la visita que hicimos a la feria MADBird, lo de celebrar el primer cumple para peques con Aver Aves supone un gran paso para la humanidad. Al menos así lo sentimos nosotros.

Pocos días después enfilamos los pasos hacia el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama para acompañar a unos clásicos de Aver Aves, las alumnas y alumnos de cuarto de primaria del colegio La Navata, de Galapagar. Es el tercer curso consecutivo que se apuntan a descubrir rapaces (ratonero, buitres y milanos) y a aprender a distinguir los cantos del ruiseñor bastardo y el ruiseñor común que salen de la espesura de sauces, fresnos y álamos que arropan al río Guadarrama.

El entorno de transición entre zona urbana (a las puertas de su cole), monte mediterráneo (con dominio de la encina y el sotobosque de enebros y retamas) y el bosque de ribera del Guadarrama favorece que los escolares encuentren recursos ornitológicos constantes para sorprenderse. Hay que pensar que ninguno ha visto jamás al colirrojo tizón cantarín que se posa en la antena que hay enfrente de su cole a lanzar su tonada. “¡Ay qué bonito profe, cómo canta y qué bonito es; tiene la cola naranja, y parece que nos mira…!” “Vamos, que hay que dejar mirar por el telescopio al resto de compañeros”. Y es que la admiración salta con esa primera especie que tienen tan cerca pero nunca repararon en ella.

La admiración también reinó durante nuestra participación en la décimo tercera edición del Festi K de Carabanchel. Se trata de un certamen totalmente autogestionado en el que colaboramos diversas personas y colectivos vinculados a la cultura, el deporte, el medio ambiente y a otras iniciativas políticas y sociales. La mañana del sábado 25 nos tocaba salir a escena en el parque de Las Cruces, que se reparte entre los distritos de Latina y Carabanchel. Bueno, lo más importante es que también salieron a escena vencejos comunes, ánades azulones, palomas zuritas, gorriones molineros, agateadores comunes y, sobre todo, pitos reales.

Por estas fechas la “familia pito real” aún no se ha disgregado, aunque los jovencitos de estos pájaros carpinteros ya luzcan un porte que presupone verlos volar libres e independientes. Pero no, y gracias a esta concentración familiar pudimos disfrutar del ir y venir de progenitores y vástagos del tronco al suelo y del suelo al tronco. El grupo de peques y mayores del Festi K interpretábamos el guión de la escena: “A ver, chiquillos, en este tronco tenéis que meter la lengua entre los huecos de la corteza y buscar las larvas y otros invertebrados suculentos. Venir ahora al césped y escarbar un poco aquí con el pico para dar con este menú de hormigas”. Así imaginábamos la conversación entre los pitos reales.

Bueno, ya veis que ha sido un final de curso intenso y variado, aunque os seguiremos acompañando con alguna entrada más en el blog. Nos queda hacer un balance general del curso, en escolares y aves, y rematarlo con uno de nuestros paseos veraniegos por algún parque urbano para comprobar, una vez más, que en cualquiera de ellos residen sorpresas en forma de peleas alcaudón común-urraca, colirrojos tizones cantarines o familias de pito reales.

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