… gracias por llenar tantos paseos con tu reclamo, con ese repiqueteo mecánico, metálico, agudo; con tu ir y venir de los setos a los bancos, las papeleras y las vallas; con ese enseñoreo tuyo desde las ramas más conspicuas de los arbustos, mostrando tu perfil más simpático y atractivo a los escolares que nos acompañan en las rutas por parques y jardines. Así queremos agradecer al petirrojo los momentos de sorpresa, admiración y observación que nos depara en dichas rutas, en especial ahora, en otoño-invierno, cuando su presencia en las zonas verdes urbanas se hace más notoria.