Aver Aves es ciencia ciudadana

Durante el recientemente concluido curso 2021/2022 nos propusimos subir a eBird todas las listas de aves derivadas de las aulas en los parques que organizamos. En definitiva, hacer ciencia ciudadana, poner a disposición de la ciencia las observaciones que realizamos con nuestras rutas para que se tengan en cuenta en las investigaciones sobre seguimiento y conservación de las aves. Llevamos 157 listas de especies de 57 localidades diferentes subidas a la plataforma virtual eBird, en las que la paloma torcaz y el gorrión común están presentes en 154. Por el contrario, el aguilucho lagunero occidental, el zorzal alirrojo o la avefría europea solo aparecen una vez en alguna de esas 157 listas. 

Monitores y peques anotamos las especies de aves que vemos para contribuir con ello a hacer ciencia ciudadana

Realmente, llevamos desde que creamos la tendencia #AvesDesdeCasa, en pleno confinamiento duro por la pandemia por Covid-19, subiendo listas a eBird, pero hasta el comienzo de este curso no decidimos subir todas. Esta labor la realiza Yaguine Rico, una de las monitoras y responsable de algunos contenidos de Aver Aves en redes sociales. Con todo, hemos llegado al final del curso 2021/2022 con 157 listas subidas. Todas tienen como escenario la Comunidad de Madrid, y casi todas la ciudad de Madrid.

Esas 157 listas se reparten entre 57 ubicaciones, ya que repetimos en muchas de ellas por el número de grupos de escolares de un solo centro o de centros cercanos a una misma ubicación donde realizan las rutas. Es el caso, por ejemplo, del tramo entre el huerto urbano Butarque y el río Manzanares, por donde hemos ido con grupos de tres centros diferentes: CEIP El Greco, CEIP Ausiàs March e IES Juan Ramón Jiménez. Todos en Villaverde, lo que coloca a este distrito de la ciudad de Madrid como el más presente en los registros de eBird.

Una de las últimas listas de este año, las del colegio Guernica de San Fernando de Henares

En cuanto al número de especies identificadas desde que subimos la primera lista en abril de 2020, la cifra llega a 111. De nuevo hay que advertir aquí que no solo se incluyen las aves identificadas en las rutas con los escolares y otros grupos de familias o amistades, sino también las que surgen en los recorridos de chequeos previos que hacemos en aquellos lugares en los que abrimos aulas en los parques por primera vez o hay algún interés por abrirlas con algún grupo.

De las 111 especies identificadas, la paloma torcaz y el gorrión común son las más observadas, ya que están ambas en 154 de las 157 listas subidas hasta el momento a eBird. Les siguen la urraca (153), el mirlo común (144), la cotorra argentina (138) y el estornino negro (134). Y terminan formando el top ten de nuestras aulas en los parques la paloma bravía o doméstica, el ánade azulón, el pito real ibérico y, compartiendo el décimo puesto, la lavandera blanca y el carbonero común, ya que ambos aparecen en 91 listas.

Lo del gorrión común es un poco engañoso, ya que a pesar de verle con asiduidad no se muestra en las cantidades que corresponderían con una especie tan repartida. De hecho, la paloma torcaz le supera claramente en número de individuos (1.747 frente a 1.423). Y no solo eso, sino que especies que están por debajo en apariciones en listados, como la cotorra argentina o el vencejo común, le superan claramente, con 1.617 y 1.706 individuos respectivamente.

Este año hemos visto por primera vez al zorzal alirrojo dentro de nuestras salidas de Aver Aves

¿Qué cuáles son las especies que menos aparecen en las listas? Pues una de ellas fue protagonista de la última entrada a este blog: la avutarda euroasiática. La vimos por primera vez este curso con el instituto Al-Satt de Algete. También identificamos por primera y única vez al zorzal alirrojo en el parque Forestal de Valdebebas junto a familias del CEIP Alfredo di Stéfano. Hay igualmente registros unitarios para el bisbita pratense, la tarabilla europea y el aguilucho lagunero occidental. Y para aves de “dudosa” procedencia, como los tarros canelos del parque de Valdebernardo o el silbón europeo del lago de la Casa de Campo.

Como ya hemos apuntado en otras ocasiones, además de este bagaje numérico, somos igualmente testigos y comunicadores de la alteración que a lo largo de casi diez años de Aver Aves han sufrido varias zonas verdes urbanas. Al pájaro moscón ya no le vemos en uno de los tramos del río Manzanares que más recorremos con escolares de Villaverde, cerca de la Caja Mágica, y todo por la eliminación de la vegetación más pegada a la orilla. Y lo mismo podríamos decir de los setos de muchos parques, lugar de refugio de petirrojos, mirlos, currucas y gorriones.

Uno de los mejores momentos del curso: escolares del CEIP Félix Rodríguez de la Fuente viendo a un piquituerto

Todas las observaciones van acompañadas de momentos especiales porque las hacemos conjuntamente con espectadores que, en la gran mayoría de los casos, ven e identifican a esas aves por primera vez en su vida. El pico picapinos cobra aún más importancia porque hay decenas de escolares a la vez admirando su forma, sus colores, su repiqueteo sobre un tronco…

¿Qué con cuál de esos momentos nos quedamos? Sin duda, en el comienzo de este curso: con un cole (CEIP Félix Rodríguez de la Fuente) y un parque (El Cerro, en Coslada). Aquí tuvimos la fortuna de ver en la misma salida un bando de grullas comunes sobrevolándonos y un piquituerto común encaramado en lo alto de un ciprés. Son momentos únicos y ojalá que repetibles y replicables con más escolares, más centros educativos y más familias y otro tipo de grupos. Las aves, incluidas las más cercanas, siguen necesitadas de que la conozcamos más y mejor, y en eso seguiremos durante el curso 2022/2023.

 

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