Los piquituertos y las grullas de Coslada

Seguramente, para la gran mayoría de las personas (o todas) que ese día pasearon por el parque del Cerro de Coslada, donde se encuentra el punto más alto de esta ciudad madrileña, lo que estaba encima del ciprés era un gorrión y el pequeño bando de aves que volaba alto en el cielo… Bueno, es posible que este ni lo vieran, por la poca tendencia que hay a contemplar las maravillas que nos depara el paisaje que tenemos sobre nuestras cabezas. El primero era un piquituerto y las segundas un grupo de grullas comunes camino de su invernada en el sur de España. Los escolares de colegio Félix Rodríguez de la Fuente observaron, reconocieron y disfrutaron con ambas escenas.

Piquituerto encaramado en el punto más alto de un ciprés del parque del Cerro de Coslada

Sabíamos que un colegio con el nombre de Félix Rodríguez de la Fuente nos iba a traer suerte. El más importante divulgador de la naturaleza, y de su conservación, que ha tenido este país añade un plus, no de motivación, que esa es la misma para cualquier recorrido que hacemos en A ver Aves, sino emocional. Verle a él y a su obra en la fachada del colegio en carteles, murales y dibujo se convierte en un reclamo de una buena sintonía con el entorno.

Ya aventurábamos que algo bueno podía pasar por aquí en una entrada anterior al blog. Con esta ambientación, el piquituerto no tardó en aparecer. Le vimos justo desde el patio del centro escolar, en lo alto de un cedro, percha que suele utilizar a menudo, sobre la copa puntiaguda de muchas coníferas. Luego repetimos observación sobre un ciprés. Oímos también su ronco reclamo, en ocasiones parecido al del verderón, y ya, con más detalle y reposo, su pico cruzado, casi como una tijera.

El piquituerto es una de esas aves que pasa por gorrión para el común de las personas que pasean por los parques de las grandes ciudades de Madrid. Todo lo que mide en torno a quince centímetros lo es. La poca atención que prestamos a lo vivo que nos rodea, a lo que se posa, vuela o canta, conlleva que nos perdamos estos momentos que nos regala la biodiversidad urbana. Afortunadamente, eso no les ocurre a los escolares que se vienen a nuestras aulas en los parques.

El piquituerto se dejó observar durante un buen rato por los alumnos y alumnas del colegio Félix Rodríguez de la Fuente

Este fringílido, de la misma familia que los jilgueros o los verdecillos, no es el más común de ver en áreas urbanas. Hay que prestar atención porque sobre todo se dejan ver en invierno, cuando las bajas temperaturas de la sierra de Guadarrama, donde habitan principalmente, hace que algunos bajen a parques urbanos. Hasta ahora no los habíamos visto nunca con grupos escolares, con lo que el cole de nuestro amigo Félix ha tenido ese privilegio

Sí los habíamos visto en nuestros recorridos de prospección de zonas verdes de la ciudad de Madrid, en concreto en el parque Norte-Carmen Tagle del distrito de Fuencarral-El Pardo y el parque de la Ventilla del distrito de Tetuán. En ambos casos los observamos muy cerca de una vía tan transitada como el Paseo de la Castellana. Su inconfundible pico, desarrollado para que pueda extraer con facilidad los piñones de las piñas le hacen inconfundible.

Otra sorpresa ornitológica para el alumnado del cole de nuestro amigo Félix, un bando de grullas

En cuanto a las grullas, ya las hemos visto en varias ocasiones con otros colegios e institutos de la Comunidad de Madrid, pero no por eso deja de impresionar su vuelo en grandes bandos y sus trompeteos que nos avisan por si no las hemos visto. A ello se añade todo lo que se puede contar con respecto a su periplo migratorio, que parte de Alemania, Finlandia, Suecia o Noruega, donde pasan la primavera y el verano, y las deja ahora en Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, principalmente.

La grulla común ha sido la última especie nueva identificada con los diferentes grupos del CEIP Félix Rodríguez de la Fuente con los que hemos salido hasta ahora por el parque del Cerro. Sí, ese parque al lado del cole y de sus casas que, aparentemente, es uno más, que “ya lo conocen”, que “solo tiene gorriones y palomas”, pero que hasta ahora nos ha deparado la observación de piquituertos, grullas, águilas reales, milanos reales, jilgueros, gaviotas sombrías, garza real, herrerillo común, pico picapinos, mosquiteros comunes, lavanderas blancas…

Y atención, que no nos olvidamos de los papamoscas cerrojillos, colirrojos tizones, mitos, currucas cabecinegras, ánades azulones, petirrojos, palomas zuritas, gorriones molineros, pitos reales y hasta un mirlo común con leucismo en las plumas de la cabeza que vimos con el IES Los Rosales de Móstoles, el otro centro escolar con el que hemos abierto aulas en los parques en estos días otoñales de comienzo del curso 2021/2022.  Además, fue el último con el que vimos grullas, el curso anterior.

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