Pues sí, dos aves que no son el gorrión común, la paloma doméstica o la cotorra argentina nos dieron la bienvenida y la despedida en dos de las últimas rutas que hemos realizado. El mito se acercó a un pequeño parque de Moratalaz para saludar el primero al grupo de amigos y amigas de Rubén y Diego, para el que organizamos un Aver Aves como regalo de su primera comunión. Y la garza real nos despidió en el arroyo Butarque, en Leganés, tras concluir una ruta con familias de la asociación de madres y padres de alumnos del colegio Pinar de San José. Son las cosas que tienen nuestros safaris urbanos en busca de las aves de la ciudad.